Sin duda, el aporte de Thurston Moore a la música popular contemporanea es inmenso, no solo al frente de Sonic Youth, sino también en una carrera paralela que abarca su trabajo solista y su tarea como productor de bandas independientes. Para este año que empieza a agonizar Moore entregó “Demolished Thoughts”, disco que viene a ser otra arista dentro de su afán por explorar todos los recovecos que nos ofrece la música popular. Algunos críticos mencionan que el nuevo viaje de Moore no puede ser denominado folk a pesar de que las cuerdas juegan un papel esencial. Arriesgándome un poco creo que este álbum está más cerca de un Nick Drake que de un Bob Dylan, ya que al juego de cuerdas se añaden violines, arpas, y demás instrumentos que le otorgan una identidad más compleja, más cerca de la belleza pura que de la coinciencia recitada. Creo que es posible disfrutar de la música sin llegar a comprender las letras(para esta ocasión, tratan en su mayoría sobre la soledad del artista y las curiosidades del éxito)algo que no se le puede permitir a la música folk. La producción ha estado a cargo de Beck, quien ha creado un ambiente puro, capaz de frenar cualquier intento de crudeza. Un gran disco, lleno de emoción y pureza.