Sabemos que una de las características de la radio actual es que no arriesga en mostrar nuevas alternativas. Al contrario, se empeña en vivir del pasado, sin preocuparse del presente, y mucho menos plantearse un futuro.
Esta situación se repite sin importar el lugar donde nos encontremos ya que parece ser una tendencia global. Es la manera que emplea la radio para subsistir como empresa. Los tiempos modernos, en que internet es sinónimo de pluralidad, han atrincherado a la vieja radio hacia un nicho seguro donde el público y,sobre todo, la publicidad estén asegurados.
En este reportaje se mostrarán ambas caras de la moneda. Por un lado la radio y su carácter conservador, y por otro la bandas que intentan hacerse un hueco en la escena peruana a través de un discurso personal, muchas veces arriesgado.
La escena peruana es sólo un ejemplo de lo que sucede a nivel global, aunque cabe recordar que desde hace algún buen tiempo, las alternativas de difusión se han multiplicado con la explosión de internet. Sin embargo, se hace evidente la necesidad de ordenar todo el volumen de información que recibimos, y al parece la radio se desentiende del asunto.