Johnny Marr, mito viviente que nació como músico durante el post punk ochentero y consagrado como tótem de la música independiente británica durante las décadas siguientes, tuvo que regresar a Manchester para llevar a cabo lo que sería su álbum debut "The Messenger". El ex The Smiths saldó este año esa cuenta pendiente del álbum propio, una colección de canciones que homenajea a la generación de músicos nacidos de los vestigios del punk, pero no recreándolas a partir de la imitación sino creando atmósferas particulares que nos permite transportarnos hacia aquella época, los 80's. Marr fue muy claro cuando estaba ocupado en la producción del disco, manifestando que no escucharíamos nada nuevo, sino más bien un sonido para los fans que disfrutaron de esos híbridos que en conjunto se llamó post punk. Las canciones se adscriben al sonido que Johnny Marr ayudó a definir, aunque nadie como él construyó aquellas complejidades de naturaleza casi arquitectónica a partir de sus cuerdas las que se nutrían de su voracidad por conocer y asimilar todo lo que el pop y el rock le ofrecían. Marr fue uno de los que definió el nuevo rol del guitarrista, su instrumento al servicio de la canción y no a la inversa, creando atmósferas a partir de la complejidad elaborada en el studio que, como se sabe, es el habitat natural del mancuniano. Todo el álbum, canción a canción, es un recorrido por la carrera de Marr, que no solo se circunscribe a su etapa con The Smiths, sino a una serie de colaboraciones que data desde los 80's (The Pretenders,Roxy Music, The The, Talking Heads, etc), los 90's (Billi Bragg, Electronic, Pet Shop Boys, Beck, etc) y los 00's (Modest Mouse,The Cribs, Lisa Germano, Oasis, Edwyn Collins,John Frusciante, etc), y que de cierta forma lo han nutrido y convertido en un guitarrista por demás versatil quien siempre dejó su sello en trabajos que no eran de su autoría. "The Messenger" muestra además su fijación por Aldous Huxley, las ciencia ficción y, claro, el pasado. Quizás "New Town Velocity" es la canción que mejor describe el espíritu del álbum, el romper con el pasado en búsqueda de los sueños, el momento en que Marr decide dejar la escuela y el hogar paterno para embarcarse en aquella aventura que finalmente respondió a sus expectativas, largamente por supuesto. "The Messenger" es un álbum que no cambiará nada, pero que es un justo homenaje para una época que sigue vigente gracias a su influencia en la música contemporanea, y claro, una piedra más en la construcción del legado infinito que Johnny Marr nos has regalado desde que irrumpiera en la música con la magía de The Smiths.
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