Angels and Devils es el nuevo trabajo de The Bug, proyecto del veterano productor Kevin Martin, en el que encontramos no solo el lado brutal de sus trabajos (ragga, dubstep y grime) sino también una faceta desconocida dentro de su repertorio, más calmada, más etérea y melódica. Al parecer, ese constraste entre la primera parte (melódica) y la segunda ( agresiva) es lo que da título al álbum, una muestra de las posibilidades de este productor inglés quien es reconocido por su espíritu transgresor y su afán por descubrir nuevas formas expresivas. Por eso no extraña ver entre los colaboradores a Liz Harris (Grouper) quien ofrece su voz etérea a Void, canción que abre el álbum y que es una especie de trip hop futurista. No varía el tono durante la siguiente canción, Fall, a cargo de Inga Copeland, y así transcurre el medio tiempo, el ambient, el triphop,la propuesta industrial y onírica hasta la mitad del álbum. A partir de The One, ubicada en el ecuador del álbum , Angels and Devils muestra atributos más reconocibles dentro de la discografía de Martin: la vehemencia se hace concreta con un ritmo demoledor, y la colaboración de Flowdan convierte la canción en arma de destrucción masiva. Fuck A Bitch, colaboración con Death Grips, es una de las canciones más apreciables del álbum, un tornado sonico con las características atonales del dúo recientemente disuelto. Angels and Devils muesta todo el repertorio de este productor inglés quien no solo conoce de la historia de la música electrónica, sino que además sabe como emplearla para crear un lenguaje propio.