Desde hace algunos años los festivales de música se han vuelto el hype. Ya no es ir a los sitios exclusivos lo que te hace "cool" sino más bien mostrarte en lugares donde supuestamente toda relación es más horizontal, donde el jolgorio no reconoce colores, billeteras, o expectativas, ya que lo politicamente correcto es estar en contacto con el otro aunque llegado a un punto la diversión se vuelve más selectiva. Es por eso que en cada temporada festivalera notemos la presencia de famosos que le otorgan a dichos eventos cierto caché. Todos quieren participar.Todo es tan new age y tan posible. No hay nada como ver a un famoso borracho, drogado o levantándose a la chica de turno. Las reglas de juego en los festivales han cambiado y ciertamente la música es ahora tan solo el telón de fondo que cobija a tan despreocupados asistentes. Para los músicos no representa mayor problema ya que mientras el hype se mantenga ellos se mantienen trabajando y por lo tanto obtienen los recursos para sus siguientes trabajos. La pose de antes brilla por su ausencia, ya nadie se preocupa por la intención del otro, y eso sí me parece saludable.
Ante este panorama son pocos los festivales que arriesgan por una propuesta realmente alternativa, basada en la música y no en su contexto. El festival holandés Le Guess Who? es uno de ellos, apostando desde hace más de un lustro por programaciones arriesgadas, carteles atractivos y un afán por hacer crecer el festival en muchos niveles, incluso este año se ofreció la posibilidad, a quienes llegaban del extranjero o de fuera de Utrecht, de compartir una comida con alguna familia de dicha ciudad con la aparente intención de insertar a los foráneos dentro de la dinámica cotidiana de la ciudad estudiantil. Son cuatro días desde hace pocos años en los que la ciudad se dinamiza porque el festival es descentralizado, es decir, sucede en diversos locales de la ciudad, con las bandas invitadas, pero también con pequeños proyectos holandeses que se exhiben en diversos cafés o restaurantes, en el denominado Mini Who?, amenizando aún más la ya de por sí dinámica social ubicada en una ciudad en que la juventud es su referente.
Sunno)))
Sunno)))
El reto de este año era superar las dos ediciones anteriores, que fueron consideradas de las mejores, no solo en Europa sino a nivel mundial. Y es que a veces el atrevimiento se premia y el buen gusto se celebra. El año pasado, el encargado de confeccionar el line-up fue Michael Gira de Swans (ver show completo) nombre de por sí imponente dentro de la escena underground, quien reunió nombres ilustres tales como Wire, Autechre (ver show completo), Einstürzende Neubauten, Loop, St Vincent, Stephen O'Malley, Tim Hecker, y un espectacular etcétera, sin mencionar los 3 días de fiesta drone, una experiencia física que invitaba a cualquier cosa menos al baile.
Ariel Pink
La responsabilidad recayó este año en la gente de SunO))) y el holandés Jacco Gardner, quienes confeccionaron un buen programa aunque un poco irregular, al menos comparándolo con el del año pasado. Arriesgando un poco con mi opinión, puedo decir que la tendencia underground continúa con la fijación por la disonancia y en general la experimentación sonora. Eso se pudo apreciar claramente en la invitación a SunnO)) para que comisione el festival, la participación de artistas del sonido como Keiji Haino, el punk disonante de Metz, el rescate de The Pop Group, entre otros. También estuvo presente el Krautrock con Faust, la psicodelia con Os Mutantes, el avant garde con Julia Holter, el pop art con Ariel Pink o la domesticación de decibelios que ahora luce Deerhunter. Sin duda fue un gran año, con actuaciones estelares como la de Julia Holter, Metz, Viet Cong, Lighthing Bolt y un cierre fantástico como el que llevo a cabo Deerhunter, mezclando las canciones de su último álbum con temas clásicos de la banda. No ocurrieron mayores anécdotas como el año pasado en que me fumé un porro con Mac de Marco, quizás tan solo felicitar personalmente con un apretón de manos a Bradford Cox y Lockett Pundt por el último álbum de Deerhunter, mientras veíamos el cierre del show de Ariel Pink que por segunda vez no me logró convencer con su puesta en escena, por más videos surreales que le cubran la espalda. Bradford se mostró muy agradable, sonriente, a diferencia de Lockett, más tímido y distante. Quizás eso sea porque confundí Lotus Plaza con Atlas Sound. Bueno, en ese momento estaba más preocupado porque mi inglés no sea tan atarzaneado. La noche festivalera continuó algunas horas más pero yo regresé a casa en medio del nacimiento de un nuevo día, entre la lluvia y la escarcha, con la convicción que festivales como Le Guess Who? deben ser subvencionados o en todo caso recibir las facilidades del caso para que sigan siendo alternativa a la fiebre festivalera existente alrededor del mundo que lamentablemente desvirtua en algo el caracter artístico y transgresor de aquello que nació como un espacio público que celebraba siempre algo más que el puro hedonismo. Y es que, ¿cómo puede ser transgresor un ambiente en que las Kardashian's son las reinas bailando alredor del rey Justin Bieber? Por cierto, los encargados del próximo año son los miembros de Wilco.
Tivoli Vredemburg
Kamasi Washington
The Space Lady
The Pop Group
Shabazz Palaces
Os Mutantes
Mikal Cronin
Keiji Haino
Deerhunter
Bo Ningen
Ariel Pink
Annete Peacock
Titus Andronicus
Protomartyr
Chelsea Wolfe
A Place To Bury Strangers
A Place To Bury Strangers
A Place To Bury Strangers
Metz
Ought
Notwist
Notwist
Majical Cloudz
Julia Holter
Julia Holter
Credits Pictures: Le Guess Who?