Sin duda,
este año hubo un cataclismo dentro de la edad de oro de la televisión. Bueno,
hubo un cataclismo real en el ecuador de la tercera temporada de Twin Peaks: The Return, el
instantáneamente clásico capítulo 8,
revulsivo conceptual y estético en una
serie que este año se convirtió de clásica en mítica. David Lynch transgredió
las expectativas cifradas en “The Return” para sumergirnos en un viaje
lisérgico hacia el horror. Y al final del viaje, volvemos hacia el punto de
partida, como si la serie nunca hubiera existido. Tan solo un grito de horror
retumba en nuestra memoria hasta el infinito. Ahora sí, sin más preambulos, este es el top 10 para este pequeño blog.
10-Zola Jesus-Okovi
Un puñado de canciones atractivas descubren sin tapujos sus vertientes más oscuras. Y esa voz, esa voz capaz de tocar las vibras más profundas de tu ser.
9-Thurston Moore-Rock N Roll Consciousness
Uno de los discos olvidados por la mayoría de publicaciones en sus recuentos anuales. Thurston Moore en estado de gracia, rodeado por unos músicos acordes a su leyenda.
8-Kendrick Lamar – DAMN
"Damn" es sin duda uno de los discos del año casi por unanimidad. Lamar es el crónista contemporáneo de aquella América olvidada. Sin temor a explorar sonoridades, Lamar crea un disco rico en matices.
"Damn" es sin duda uno de los discos del año casi por unanimidad. Lamar es el crónista contemporáneo de aquella América olvidada. Sin temor a explorar sonoridades, Lamar crea un disco rico en matices.
7-King Krule-The Ooz
"The Ooz" es un disco oscuro, complejo en su composición, confirmando la ambición que se esperaba de este veinteañero desde su debut de hace algunos años. King Krule nos regala un disco que se siente como un pozo profundo, oscuro y hondo por igual.
6- Fever Ray-Plunge
Un disco político en tiempos convulsos es siempre bienvenido. Más aún si viene rodeado del misterio propio de esta artista nórdica que no deja de sorprendernos. Karin Dreijer construye estructuras sintéticas sostenidas por pilares rítmicos frenéticos. Es de otro planeta.
5-Arca-Arca
"Arca" no es el debut de Alejandro Ghersi, pero quizás sí el más íntimo de todos sus discos, en el que podemos conocer algo más de la persona detrás del artista. Canciones de estructuras complejas sirven de sostén a la emotividad de su voz que, en este álbum, sirve de centro de gravedad de cada historia.
4-Kelly Lee Owens-Kelly Lee Owens
Es de admirar cuando un álbum contiene una dinámica de emociones que siempre busca los extremos. El mérito es aún mayor cuando para conseguir dichos objetivos casi no se utilizan palabras. Ese es el mérito de Kelly Lee Owens en este debut que pareciera ser creado por una veterana.
3-Jane Weaver-Modern Kosmology
Desde hace
algunos discos Jane Weaver viene explorando mundos hipnóticos valiéndose del
space rock. Su fijación por el krautrock
remplaza a aquel folk pastoral que caracterizó a la primera etapa de su
carrera. Lo “motorik” del ritmo se
entrecruza con los sintetizadores análogos para crear bizarras y, a la
vez, perfectas arquitecturas pop.
2-Mount Eerie-Crow looked at me
La tristeza sirve como un tema recurrente dentro de la música pop, pero pocas veces es tan descarnada y sincera como en el nuevo disco de Mount Eerie. La muerte repentina de su mujer le sirve a Phil Elverum para que escriba un diario descarnado de dolor, espartano en su forma, honesto y valiente en el fondo.
1-Lorde-Melodrama
Debo reconocer que tengo cierta debilidad por los álbumes hechos para el goce en la pista de baile, pero que a la vez tienen el corazón y la mente descansando sobre la piedra del dolor. Y es que la pista de baile es quizás el lugar donde en realidad estamos más solos. Pero "Melodrama" es más que eso, ya que encontramos piezas perfectas de pop, con una complejidad que no riñe con la sensualidad ni con la apertura del corazón. Lorde logra con "Melodrama", a sus 20 años, un disco que muchos pretenden lograr durante toda una carrera y que, al final, jamás consiguen.
Debo reconocer que tengo cierta debilidad por los álbumes hechos para el goce en la pista de baile, pero que a la vez tienen el corazón y la mente descansando sobre la piedra del dolor. Y es que la pista de baile es quizás el lugar donde en realidad estamos más solos. Pero "Melodrama" es más que eso, ya que encontramos piezas perfectas de pop, con una complejidad que no riñe con la sensualidad ni con la apertura del corazón. Lorde logra con "Melodrama", a sus 20 años, un disco que muchos pretenden lograr durante toda una carrera y que, al final, jamás consiguen.
