Siempre se ha relacionado la intensidad mundana con el rock. Es una relación que se ha ido acrecentando con las biografías o mitos populares desparramados de algunos íconos (y de otros que no lo han sido tanto) del género a lo largo de los años. La biografía de The Rolling Stones explica mucho de algunos de esos tópicos tan atacados por el status quo, una historia que parecía buscar en los excesos la autodestrucción consciente. Luego de firmar en la portada de su carrera una etapa dorada, la justicia inglesa quiso hacerle justicia a las buenas costumbres transformándose en impuestos desorbitados, hecho que terminaría llevando a los ingleses a instalarse en la tierra de Napoleón. De esta etapa de persecución nacería el disco que de alguna forma resume lo que otros han convertido en cliché. “Exile On Main Street” es el disco que describe muy bien eso de sexo, drogas y rock and roll, y al final de cuentas, el álbum que sintetizaría la carrera de una de las bandas más importantes de la historia del género.

Una de las desventajas del bloguero de música es que no tiene oídos suficientes para escuchar toda la música que sale día a día. Por ello, no entiendo cómo hay blogueros que pueden reseñar tantos discos en tan poco tiempo teniendo en cuenta todo lo que significa hacer una reseña. Pero bueno, seguro que soy lento para postear, y por esa razón se me han quedado en la PC una serie de buenos discos que por razones de tiempo no he podido compartir. Sin embargo, el día de hoy quiero postear un disco que me sorprendió, que recién escucho, que deseo mostrar por más que ha sido reseñado en casi todos los blogs, pero bueno, en este pequeño espacio posteo la música que me gusta y por extensión muestro algo de mí. La banda se llama Avi Buffalo, y debutan con un álbum que toma el nombre de la banda.

Últimamente se dice que Baltimore es hoy en día uno de los centros creativos más importantes del indie. Bueno, puede ser cierto, aunque ya se sabe lo que sucede cuando se dan este tipo de afirmaciones, sino miremos a Seattle y la manera en cómo se consumió en tan pocos años gracias a una industria que encontró en dicho lugar a “la gallina de los huevos de oro”. La única certeza es que Baltimore ha parido una banda de lo más interesante: Lower Dens.

La nostalgia es una sensación que siempre inspira a la hora de la creación. Es una máxima que parece haber sido tomada con pasión por el dúo inglés Grasscut , compuesto por el compositor de soundtracks Andrew Philliphs y Marcus O’Dair, que nos entrega un álbum inspirado por el recuerdo, un disco que lleva a la electrónica a mundos de los más sublimes.

De la colaboración entre Steve Hitchell (Soultek) y el productor Rod Modell(Deepchord) nacería el proyecto Echospace, vehículo que utilizan para introducirse en los diversos matices que puede ofrecernos el techno-dub. Luego de sacar al mercado el recopilatorio “The Coldest Season” (2007), para este 2010 nos sorprenden con un nuevo álbum, “Liumin”, un nuevo viaje hacia el paraíso del hedonismo.

La carrera de Marc Almond está llena de altibajos, y estuvo cerca de llegar a su fin cuando hace algunos años tuvo un grave accidente de motocicleta. Desde la época de Soft Cell, el camp, el cabaret y Jacques Brel fueron la base de su trabajo. Sin duda, su carrera en solitario nunca tuvo el éxito que logró con Soft Cell, dúo de electro-pop con el que logró el reconocimiento. Sin embargo, para este 2010 entrega un nuevo álbum,”Varieté”, en donde abre las diversas heridas regadas durante su vida.

La portada de un disco que muestra una serie de aves volando en círculos sobre una mujer que observa la escena de manera contemplativa sólo puede depararnos música sorprendente, mágica. Quizás es arriesgado aventurarse de esa manera pero, “The Fallen By Watch Bird", el nuevo álbum de Jane Weaver, es una maravillosa aventura dentro del mundo de los sueños.

Luego de dejar aparcado su proyecto principal, Neil Hannon reactiva The Divine Comedy con un disco que repite virtudes: “Bang Goes The Knighthood”. El también llamado Oscar Wilde del indie nos entrega un álbum que combina el pop de cámara que lo caracteriza con el indie pop que lo acerca a una sensibilidad más contemporánea.

Recuerdo la primera vez que escuché Gang of Four y la manera en que atrapó mi atención. La banda de Leeds que se formó en 1977 era algo más que punk, aunque la música poseía la energía de dicha época. Hoy en día, los ingleses pasarían como una banda que no sorprendería por su sonido, y eso porque el revival del post punk que se ha dado en los 2000’s muestra a bandas cuyo formato mezcla furia y ritmo. Lo que las nuevas generaciones desconocen es que Gang Of Four fue una de las bandas precursoras desde hace casi 30 años.

“Dark Night Of The Soul” es un título que anticipa un contenido obvio. Oscuridad, noche y alma en una misma oración no hace más que remitirnos al recuerdo de cualquier pozo profundo que hayamos visitado. Al parecer Mark Linkous, creador de Sparklehorse, nunca pudo salir de la oscuridad más intensa que le tocó enfrentar ya que hizo del suicidio una vía-irreversible-de escape. El último proyecto que pudo ver la luz fue el planeado junto a Danger Mouse, en donde casi una decena de nombres famosos dieron voz a su música.

Cuando le preguntan a Will Wiesenfeld el porqué firma sus discos con el seudónimo de Baths, él responde sin complicarse, “porque me gustan los baños”. Ante una respuesta semejante, tan carente de pretensión, lo normal es no esperar un disco complejo y a la vez maduro de alguien de tan sólo 21 años. Pues bien, “Cerulean” es su primer disco y al menos para mí es una maravilla.

Wavves es el proyecto del norteamericano Nathan Williams y en donde se aprecia la mezcla de un pop radiante con la distorsión propia del rock más sucio. En su nuevo álbum, “King of the Beach”, encontramos muchos de los méritos que le han dado cierto nombre en el mundillo alternativo.

Fursaxa es el proyecto de Tara Burke, en donde-al parecer- pretende reflejar el mundo extraño que lleva dentro. Su música se basa en el folk, es decir, se apoya en una guitarra de rasgueo simple, violines, arpa, una percusión tribal y otros instrumentos propios de la música de cámara, aunque los resultados que persigue parecen no ser de este mundo sino más bien se trataría de un universo que posee varias dimensiones, en donde el pasado se vuelve un eterno presente.