Cuando le preguntan a Will Wiesenfeld el porqué firma sus discos con el seudónimo de Baths, él responde sin complicarse, “porque me gustan los baños”. Ante una respuesta semejante, tan carente de pretensión, lo normal es no esperar un disco complejo y a la vez maduro de alguien de tan sólo 21 años. Pues bien, “Cerulean” es su primer disco y al menos para mí es una maravilla.
“Cerulean” es un disco complejo, que toma elementos del rap, de la música electrónica y el ambient. No es extraño apreciar cómo se mezclan los sonidos orgánicos con unas texturas que se difuminan, dilatándose de esa manera el tempo de las canciones. Y es que a pesar de las claras influencias que tiene el álbum, éste no deambula por los estribillos pegadizos o los ritmos hedonistas, sino más bien por una atmosfera que se va desperezando, desplegando la riqueza de sus detalles. A pesar de que se conocen las influencias de Baths, el proyecto muestra una identidad firme que desnuda su originalidad. Un disco interesante y bello. Y eso que Will Wiesenfeld tiene sólo 21 años.
Cerulean
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