Luego de obtener éxito con “In Ghost Colours”, Cut Copy lanza al mercado “Zonoscope”, un disco que se distancia de su predecesor en cuanto a forma, lo que ha suscitado críticas de cierta parte de su legión de fans, pero que por otro lado descubre la búsqueda de los australianos de un sonido que los defina.
Para empezar, la distorsión ha sido prácticamente obviada, ya no existe la mezcla entre la plasticidad de los sintetizadores y las texturas caóticas de las cuerdas, sino más bien un acabado más pop, con protagonismo de la percusión, signo claro del creciente interés de la banda por el indie africano tan de moda en los últimos años. Por un lado, el disco es más atmosférico, el espacio se suspende en el tiempo, y por el otro las texturas son más opacas, sin el brillo que poseían en su anterior disco. El álbum me recuerda mucho a la new wave que se hacía durante los primeros ochentas, en donde se mezclaba esa suspensión del tiempo con la opacidad de las formas. El álbum ha tenido una acogida tibia por parte de su legión de fans, y eso quizás por la ausencia del protagonismo de las guitarras; en lo particular me parece que en este disco la banda pretende explorar formas que son nuevas para ellos, aunque es cierto también que “In Ghost Colours” puso la valla muy alta.
Zonoscope
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