Permítanme inaugurar mis contribuciones de 2014 a este blog con un poco de hipérbole: sin Katy B, la reciente explosión de ventas de la música dance inglesa no hubiera existido. Es obvio que los géneros a los que ha prestado su privilegiada voz ya existían (Rinse FM, la radio de la cual salió, y cuyos sonidos usó, llevaba bastantes años en antena, de manera legal o no), pero su meteórico ascenso desde las radios piratas hasta el top 5 de las listas inglesas con On A Mission (2010) fue fundamental para una nueva generación de artistas de música electrónica capaces de aunar una insultante juventud, éxito comercial e independencia artística.
Little Red, el nuevo disco de Kathleen Brian, partía con la “misión” (ven que he empezado el año con la chispa por todo lo alto) de dar un poco más de profundidad y madurez emocional a su música, pero sin separarse de sus raíces bailongas y sonidos de house británico con toques de grime y algo de dubstep. Y es tranquilizador poder decir que la mayoría de las veces lo consigue. El disco recurre a la clásica estructura de meter el baile al principio y las baladas al final, y el trío incial que conforman Next Thing, 5AM y Aaliyah (su glorioso dueto con Jessie Ware ya aparecido en su EP del año pasado) es tan potente y lleno de clase como los fans esperabamos. El primer momento de baile con lagrimita llega con la desgarrada Crying For No Reason, que se aventura en los terrenos más emocionales y contenidos de gente como Royksopp o Kleerup, y que uno de los mejores momentos vocales de una Katy B que no ha hecho más que crecer vocalmente en estos años, con más control, precisión y expresividad emocional que en su debut. Dice la crítica de Pitchfork que oírla cantar es como ver a una gimnasta, un prodigio de acrobacias, precisión y control, y la verdad es que no puedo estar más de acuerdo. Hay muchos momentos de pura magia vocal en todo el disco, demasiados como para enumerarlos todos, y uno de los más sutiles, pero que más me emocionan está en el estribillo de otro de los grandes momentos del disco, la más dubstepera All My Lovin: la manera en la que eleva la voz lo justo en el estribillo consigue que su voz flote como una pluma por encima del contundente beat, y es desarmante.
En la segunda mitad, como hemos dicho, hay más baladas que temas movidos (con la excepción del tech house de Everything, uno de los mejores temas del disco). No todas funcionan (no me convencen Sapphire Blue y Still, por ejemplo), pero la que mejor funciona de ellas es Emotions, que acerca a Katy B al jungle-trance-popero de Rudimental, consiguiendo mantener la tensión gracias a sus capas de sintes y cuerdas bien colocadas asi como al no introducir el beat hasta el final, además de mostrarnos a una Katy B que da todo lo que tiene y luego un poco más, en el que puede que sea el tema que mejor ha cantado hasta la fecha.
Little Red es un gran ejemplo de cómo hay que hacer un segundo disco, manteniendo tanto las influencias como los beats afilados, urbanos y de producción impecable, y a la vez abriendo nuevos caminos necesarios para una carrera discográfica larga y llena de éxitos. Es además, para los que nos gustan los discos bien cantados, una fuente de placer constante: parecía complicado, pero Katy B ha aprendido a cantar incluso mejor que antes, y escucharla en este disco provoca una sensación constante entre el placer y la admiración de quien ve a alguien hacer algo que en teoría iba a ser incapaz de hacer. No se me ocurre mejor elogio para este disco que este: es lo suficientemente brillante como para que el debate sobre si es mejor o peor que su debut sea un poco tonto. Un último consejo: consigan la edición deluxe como sea. Los cinco temas extra que tienen son excelentes todos, y deberían haber estado todos en el disco.
Daniel Díaz
Mi nota: 8
Mis favoritas: Next Thing, Crying For No Reason, All My Lovin, Everything, Emotions
Pueden escuchar el disco completo (edición deluxe) en
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