El cuarteto Fenster lanza al mercado The Pink Caves, continuación de su debut Bones (2012), en el que rebajan un poco la densidad pero sin renunciar a ese acabado opaco que envuelve cada canción. A pesar de ser algo más "cálido" que su antecesor, el cuarteto afincado en Berlín no renuncia a explorar texturas misteriosas a través del frío de la electrónica que usan de contraste frente a la calidez de las cuerdas. Cada canción es un cúmulo de detalles que les otorga esa naturaleza que se debate entre lo fantástico y lo oscuro, dualidad que sin duda nos recuerda a Broadcast, aunque también podemos relacionarlos con Galaxie 500 en lo que atañe a ese tempo dilatado que forma el espacio de cada canción. The Pink Caves es un álbum a tener en cuenta, ya que no es cosa de todos los días encontrarnos con una banda que posea una identidad particular y definida a la vez.
The Pink Caves
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