Lo de Parquet Courts es de agradecer ya que es de esos milagros que aparecen muy de vez en cuando, aunque también es justo decir que su propuesta no es novedosa. Y digo que no es novedosa porque lo que hacen estos neoyorkinos es traernos al presente todo aquel pasado, sobre todo sesentero, en el que las guitarras se aprovechaban al máximo hasta obtener la mayor carga expresiva. No hablamos solo de virtuosismo, sino de todo aquello que puede resultar de la manipulación de dicho instrumento, incluída la fealdad. Por algo, la banda con la que suelen comparar a Parquet Courts es Pavement, por los intrincados juegos de guitarras y la manipulación poco convencional que ambas bandas hacen de las cuerdas.
Sin embargo, los liderados por Stephen Malkmus no son la única referencia de los neoyorkinos ya que podemos ir aún más atrás, hasta Television (por ejemplo, What Color Is Blood), la primera etapa de Wire (por ejemplo en Ducking and Dodging) en algunas canciones suenan a The Fall, sobre todo cuando escuchamos ese mantra eléctrico tan característico en la banda de Manchester, en otras suenan a la Velvet Underground, en fin, todas estas influencias las encontramos de una u otra forma en Sunbathing Animal, segundo capítulo de una obra iniciada por el también recomendable Light Up Gold. Lo encomiable de esta nueva entrega, es que todas las canciones suenan frescas, adrenalínicas y, encima, bien hechas, como si se tratara de alumnos aventajados que han aprendido bien la lección, hasta el punto de adueñarse de lo aprendido para mostrarlo luego como si ellos hubieran descubierto la verdad de la milanesa. Sunbathing Animal es un disco que no sé si pasará a la historia, pero sin duda va ser uno de mis favoritos de este 2014.
Sunbathing Animal
