La sombra de Nick Drake se ha extendido más allá de la que proyectaba en los pocos años que tuvo de vida (de la que se sabe muy poco) y es que su música se ha convertido en uno de los sinónimos que tiene la melancolía. Lo curioso de este caso es que su nombre empezó a sugerir el misterio muchos años después de su muerte, instalándose en el panteón de los nombres ilustres que continúan iluminando la música popular contemporánea.
El álbum de debut, "Five Leaves Left", es la mejor carta de presentación y la manera más apropiada para entrar al universo de Drake, en donde la introspección iba más allá de la reflexión en los textos ya que la complejidad y arreglos en su música(los colaboradores que tuvo a lo largo de su carrera no eran cualquier cosa: Richard Thompson, Danny Thompson y Robert Kirby) desembocaban en ese profundo pozo que era su poesía, aunque también le otorgaban cierto matiz pop a su base folk. La voz de tenor de Drake se desenvuelve por todo el álbum impregnándolo de sinceridad y una ternura difícil de igualar. El debut de Nick Drake tiene canciones inmensas como "River Man", "Way to Blue" o "Cello Song", que muestran a un Drake reflexivo y vulnerable al mismo tiempo. Desde hace un par de décadas el inglés se ha convertido en un ícono dentro de un sector de la música independiente, aunque su nombre, hoy en día, va mucho más allá de la belleza de su música.
Five Leaves Left [álbum completo]
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