El decir que lo logrado por Alvvays en su álbum debut es mezclar el pop de guitarras de la C86 y el pop californiano de los 70's sería repetir lo que casi toda la prensa ha dicho del álbum homónimo. En lo que también han coincidido casi todos es que a pesar de ello estamos ante un prometedor primer álbum de esta banda canadiense liderada por Molly Rankin cuya voz sin duda nos recuerda a aquellas voces agridulces dispersas en la historia del pop, tales como las de Victoria Bergsman (The Concretes), Tracyanne Campbell (Camera Obscura), Annabel Wright (The Pastels) o Isobell Campbell (Belle and Sebastian), capaces de endulzarnos, seducirnos, aunque también herirnos. Es así que la melancolía se hace presente, mientras la melodía nos permite refugiarnos en la calidez y las guitarras difuminan los recuerdos. El álbum entretiene de principio a fin, no cansa aunque pareciera que las nueve canciones las hemos escuchado antes. Aunque sería justo decir también que los integrantes de las bandas arriba mencionadas darían un brazo por tener alguna de las canciones de este álbum debut entre su discografía. Alvvays parece ser un álbum que reúne las mejores canciones de una carrera, y sin embargo, estamos tan solo ante el álbum debut de unos canadienses que tienen madera y saben por donde dirigirán su carrera. Esperamos tener noticias de ellos, muy, pero muy pronto
Alvvays
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