Desde el título del álbum, “The Moon and the Antarctica”, Isaac Brock, principal ideólogo de Modest Mouse, ya nos sugiere sobre que va el viaje que empezaremos a vivir al interior del disco. No puede haber lugares más solitarios que la luna y la Antártida, ajenos al calor e interacción. Es evidente que estamos en presencia de un disco que se sumerge al interior de diversas sensaciones, y para ello hace uso de diversos instrumentos que abren la paleta sonora con la finalidad de crear diversos matices.
“The Moon and the Antarctica” fue uno de grandes discos de los 2000’s según este pequeño blog:
“Isaac Brock nos tenía acostumbrados a ese caos existencial que se traslucía en los primeros trabajos de Modest Mouse. Con "The Moon & Antarctica" nos entregan un disco más acústico y sereno. Introspectivo y melancólico.
La reflexión sobre la muerte y el futuro se presentan en la complejidad de las letras de Brock que tienen de fondo el tono acústico, con algunas ráfagas eléctricas que buscan subrayar los momentos más emotivos del álbum.”
Siempre clásicos, siempre grandiosos. Lo que no entiendo hasta ahora es ¿por qué Johnny Marr dejó Modest Mouse para irse a The Cribs? Hasta los genios, por ser humanos, se equivocan.
The Moon and the Antarctica
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