Esperaba con muchas ganas el nuevo disco de The Civil Wars después de aquel maravilloso gran inicio que fue Barton Hollow, que incluso mereció un grammy en el 2011, y en el que se incluía un tema enorme como Poison and Wine. Siempre me encantaron los juegos de voces masculino-femenino y ellos sonaban limpios y armoniosos. Pero la noticia ha sido agridulce, cuando oigáis el hómonimo nuevo disco, The Civil Wars ya no existirán. Las fuertes desavenencias entre los dos componentes, Joy Williams y John Paul White han sido la causa. Las noticias rosa hablaban de que había algo más que una relación profesional entre ellos , pero ella siempre lo negaba (ambos tienen pareja e hijos) diciendo que solo estaba enamorada del grupo. El dúo se conoció en Nashville en el 2008, y parece que éste será su último disco. Se dice que se separaron cuando el disco estaba iniciado y que grababan su parte cada uno por separado, siendo el productor Charlie Peacock quien se encargaba de “arreglar todo”.
Pero vamos al disco que es lo que importa. A mí me parece un disco más redondo que el anterior, (aunque sin temas excelentes como Poison and Wine) más completo en lo que a instrumentación y sonoridad se refiere.
Empieza con un buen tema “The One That Got Away”, que algunos ven como premonitorio y que muestra las grandes capacidades vocales de Joy, con John en segundo plano. El segundo “I Had Me A Girl” empieza con un riff guitarrero casi de Kings of Leon y es el más rockero del álbum. “Same Old, Same Old”, hace más relajado el ambiente, y seguramente sea la canción más bonita del disco. “Dust To Dust” es distinta con sintetizadores y todo, aunque con una delicada melodía. Algún tema menor y alguno que suena muy country hasta llegar a las dos versiones del disco, muy alejadas de los originales, fallida la de Etta James (“Tell Mama”) y, para mí, lograda la de los Smashing Pumpkins (“Disarm”). “Sacred Heart” (el nombre traducido del la basilica del Sacre Couer en Paris) está escrita en francés y debido a mi debilidad a mi me suena maravillosa y romántica. El disco acaba con otro romántico tema de despedida “D’Arline”, con una letra que también dice mucho “ You’ll always be the only one , even when you’re not / You’ll always be the only one, even when you’re gone.”
En definitiva, un bonito disco con muchos temas encantadores, con preciosas voces y con muchas historias de desamor y despedidas. Los que se han despedido han sido ellos desgraciadamente para nosotros.
Mike Reilly