Hoy haré otra confesión: los 2 géneros musicales que menos me gustan son el heavy metal y el rock progresivo de los 70’s. Disculpen si hiero susceptibilidades pero creo que entre melómanos no debería haber secretos, total, llegará el día en que el buen gusto también entienda de que todo es relativo. Hago esta confesión porque al parecer ese día está cercano. Al menos para mí. Hoy estuve escuchando el primer disco de Fang Island, un híbrido que lleva el nombre de la banda, y en donde se atreven a casi todo.

A veces cuando el pop pretende arroparse con la pomposidad de la música clásica los resultados no son los mejores, y eso es porque se suele caer en la pretensión, en el “wanna be”. Sin embargo, no es el caso de Owen Pallett, más conocido por su trabajo en Final Fantasy, banda en donde ya mostraba su talento compositivo. No por nada ha trabajado para nombres como Pet Shop Boys o Arcade Fire.

Existen muchos personajes dentro de la historia del rock que vivieron una tormentosa relación con el éxito. El caso de Alex Chilton(1950-2010)fue emblemático , ya que hizo de esa difícil relación la sombra que cubrió toda su obra, aunque fue con Big Star que consiguió consolidarse como artista obteniendo, de las generaciones posteriores, el status de culto.

Reconozco ser fan de Talking Heads, y creo que la mayoría de melómanos lo son. El otro día escuché en la radio la versión de una canción de ellos, y me gustó ver cómo le sacaban brillo a una de sus canciones menos robustas. La canción era “Warning Sign”, y la banda Local Natives. Lo curioso del caso es que al escucharla pude notar un enfoque etéreo, a “lo Fleet Foxes”, a pesar de la electricidad característica de David Byrne y Cia. Me encantó el atrevimiento.

Si bien es primavera en Holanda,ésta se parece mucho al otoño debido a que la nubosidad y el color gris le diferencia del estereotipo que se tiene de la estación en donde-supuestamente- todo florece. Aprovechando el tirón de melancolía se me ocurre poner el último disco de The Morning Benders, “Big Echo”,un disco que, por el contrario, permite sumergirse en el recuerdo de las tardes de verano, sobre todo cuando estas se acercaban a la noche. No por algo la joven banda es oriunda de California.

En los últimos años ha sido frecuente escuchar en la escena musical ecos que nos recuerdan el pasado, ecos que sobrevuelan una escena musical determinada (revival) y que algunas veces sirven para crear un “hype”. Las publicaciones alternativas británica se empezaron a frotar las manos cuando apareció These New Puritans ya que tenían actitud, pegada y, lo más importante, canciones. El primer álbum, “Beat Pyramid”,los presentó como unos nuevos The Fall, aunque era también evidente su deuda con Public Image Ltd. Sin embargo, este 2010 sorprendieron con su nuevo álbum, “Hidden”, en donde parece desterrado todo vestigio del post punk.

Continuando la secuela melancólica de “Demon Days”, Gorillaz lanza al mercado su nuevo trabajo, “Plastic Beach”, en donde la banda virtual ideada por Damon Albarn sigue confeccionado ricas texturas, collages de música que procede de diversos lugares y tiempos, canciones que tienen como premisa perseguir un concepto. La forma llega sola. Y es que Gorillaz es, antes que una banda, un proyecto en donde el ex-lider de Blur da rienda suelta a sus inquietudes musicales y temáticas.

Uno de los puntos fuertes de los White Stripes es el directo, y su último álbum "Under Great White Northern Lights" rescata las actuaciones en Canadá que los norteamericanos tuvieron en el 2007. Además, se ha registrado un video de la gira, en donde se aprecian detalles de la misma, así como las vivencias detrás del escenario.

Existen pocas bandas que se pueden jactar de tener una discografía imponente, capaz de marcar una época, como es el caso de los Pixies. Los de Boston definieron en sus primeros discos el universo literario de Black Francis y el sonido afilado de su música. Sin embargo, con “Doolittle” los Pixies intentan conquistar a un público más amplio, y por ello afinan la crudeza, mostrándola menos vehemente.

No cabe duda que la influencia de la música africana tiene un rol importante a la hora que queremos explicar el presente del rock de vanguardia. Yeasayer es una banda norteamericana que sorprendió hace algunos años con su álbum debut “All Hour Cymbals”, que mostraba una forma particular de entender el rock , siguiendo el camino trazado por bandas como Animal Collective o MGMT.

Quizás la banda con menos impacto comercial del CBGB neoyorkino ha sido Television, cuya importancia ha sido reconocida de manera tardía. “Marque Moon” es, sin duda, un clásico que apareció en un momento crucial en la historia del rock, cuando el virtuosismo propio del rock progresivo estaba destruyendo la esencia de un género que nació en las entrañas de la música popular. Este disco es una de las semillas de lo que hoy en día entendemos por rock alternativo, o simplemente,rock, pero con mayúsculas.

Hace algunos años fue tema de debate en el parlamento británico el porqué las bandas británicas de rock no podían tener un álbum como número uno en las listas norteamericanas. Desde hace varios años la música independiente norteamericana ha sido referente a nivel mundial, a diferencia del indie británico, más preocupado en rescatar su tradición a través de un constante revival que parece no tener fin. Al parecer el rock de guitarras enfocado en el post punk británico y en The Strokes está llegando a un punto muerto. Una de las posibles alternativas es el dance-rock, y Delphic uno de sus exponentes.

El mundo de la música siempre nos trae una sorpresa cada cierto tiempo aunque, a veces, el mundo no esté preparado para ello. La música de Joanna Newson es uno de esos regalos para los oídos. Con su anterior álbum, “Ys”, nos mostró un mundo particular, evocador de belleza, y que dejó huella en el mundo musical contemporáneo.

Maga es una banda sevillana que ha tardado 4 años en sacar un disco. Al parecer el nombre de la banda es un homenaje a ese entrañable personaje de Rayuela. Aunque también encontramos laberintos narrativos en las once canciones que nos presentan en su nuevo disco: “A la hora del Sol”.

Pocos discos son testimonio de un tiempo concreto. Bueno, siempre existe un vínculo entre cualquier tipo de obra y el tiempo en que fue creada, pero pocos reflejan las inquietudes que suceden al interior de un género que va a reinventarse por enésima vez. A inicios de los noventas el rock volvería a nacer, bebiendo de las aguas del pasado para plantearse un futuro. Por cierto, no me refiero al “grunge” o a alguna otra etiqueta usada por la industria para segmentar públicos sino a bandas como Pavement, que hicieron de la honestidad un sello de identidad

"Personalmente creo que la música de Amoniaco es underground dentro de lo underground"


"Mi nombre es Carlos Vandal, y soy oriundo de la ciudad chilena de Arica. Actualmente resido en Santiago. Tengo 30 años, soy fundador de la banda y compositor de las canciones.Mi carrera musical comenzó bastante tarde, a los 19 años, cuando comencé a tocar en una banda llamada Caelis (que luego se transformó en Virgine Dramatica banda goth-darkwave) y luego en Mygale(banda electro pop). Los otros integrantes de la banda son Marcos Disorder (bajo), quien vivió muchos años en Brasil,y Jenifer Gaxta(teclados) que es de Santiago. Ambos provienen de proyectos más pequeños de música underground.

Mus fue un dúo asturiano compuesto por Fran Gayo y Mónica Vacas y que se caracterizaban por su entrañable pop de hermosos detalles y letras en asturiano. Sin embargo, dicho pop de ensueño llegó a su fin para tristeza de quienes gozábamos de aquellos melancólicos y bellos retratos. Lo extraño fue que nos dimos cuenta del final con la aparición del primer disco de Fran Gayo, “Las próximas cosechas”, que de alguna forma hace suponer el punto final del silencio de Mus.

Hay discos que estremecen porque abarcan ciertos tópicos que nosotros preferimos evitar aunque tengan que ver con nuestras vidas. El vacío existencial, la muerte, la violencia, etc. son temas molestos, densos, difíciles para presentarlos en un formato-en este caso musical- que tiene la particularidad de, por lo general, ofrecernos escapismo. Desde sus inicios con la Velvet Underground, Lou Reed ha sido un artista muy poco proclive a las concesiones, por el contrario, siempre ha sido una espinilla molesta, y “Berlin”, un álbum menospreciado en su momento, es considerado hoy en día todo un clásico a pesar de la dificultad que plantea.