Los interminables The Ex ya sacaron un nuevo álbum, “Catch my Shoe”, y no sé qué comerán estos muchachones que mantienen una energía que no parece agotarse. Aunque lo más interesante es que a pesar de tantos años juntos (ya van 30) la creatividad de los holandeses no decae y, por lo tanto, no aburren ni un carajo. Sin embargo, lo que rompe todos los jodidos esquemas es que siguen siendo “punks” en el sentido más puro del término.
Sí, es cierto, siguen manteniendo una absoluta libertad que se trasluce no sólo en su obra, sino también en todo lo que los rodea, siendo coherentes con esa anarquía que ya es parte del ADN de The Ex. Pero felizmente no son unos punks que se conforman con sus tres acordes y punto ya que se atreven a explorar sonidos y ritmos más complejos: las guitarras furiosas (siempre me recuerdan a Wire), la complejidad del ritmo, y un saxo que por momentos enrarece las estructuras de las canciones, que al parecer tienen la potestad de dirigirse hacia el caos mismo. No debemos olvidar las incursiones que The Ex hace en territorio africano, donde no sólo el ritmo es endiablado,sino también la forma en general. Podemos encontrar canciones como “Eoleyo” que al parecer es la traducción al idioma occidental de una canción etíope. Otro álbum sobresaliente de una banda cuya carrera ya es más que notable.
Catch my Shoe
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