Se nos va otro año y empiezo a sentirme cada vez más viejo. Quizás no porque cronológicamente sea un hombre con achaques, sino porque las nuevas generaciones, de alguna forma u otra, me hacen sentir así. Ya no son los años en que para ser un buen melómano había que mostrar algo de panza, dejarse algo de barba, o estar orgulloso de una incipiente calvicie perdida en medio de una selva capilar. Ahora hay que ser flaco, desgarbado, mientras más femenino mejor. Incluso en las tiendas ya no hacen ropa para gente algo entrada en carnes y si las hay, pues, son tiendas que venden exclusivamente ropa para gente no acorde con la estética predominante(te lo ponen en la cara: TALLAS GRANDES). La imagen lo es todo y a mí y a los melómanos de mi edad pues que nos acoja Dios. En fin, un año en que he sido súper consciente de mi edad, de mi generación(que gracioso sería escuchar en la actualidad a Pete Towsend entonar ese himno generacional que es " My Generation" ). Pues bien, este año en lo musical ha sido regularcito nomás, muy buenos discos sí, pero pienso que ninguno es desde ya un clásico. Habrá que esperar unos añitos para ver por donde transita la tendencia. Pero bueno, a lo mejor me equivoco y ha sido un gran año, y es solo que yo no he disfrutado de este año como me hubiera gustado, total, esto de los rankings es subjetivo y muchas veces dependen de diversos factores que tienen más que ver con la percepción del oyente que con la música en sí. Para empezar presentaré los discos que no entraron al ranking porque solo hay lugar para 50 discos, pero vale la pena tenerlos en cuenta por el riesgo tomado, así como por el compromiso artístico. Espero disfruten de esta primera entrega así como yo disfruto de la hamburguesa que me estoy comiendo.
