Luego de su celebrado debut, “Antidotes”, Foals lanza al mercado su nuevo álbum, “Total Life Forever”, una secuela más que apreciable, además de asumir un rol protagónico dentro del “post punk del siglo 21”. Lo interesante del caso es que el disco se aleja del remedo, de la copia superficial, y se acerca a la sustancia a partir de un discurso íntimo, en donde el estilo es sólo un recurso y no un fin.
“Total Life Forever” es un disco que recuerda al post punk de la primera parte de los 80’s, con esas guitarras que caen en cascada(o simulando una garúa), la sección rítmica heredera del indie-funk(por momentos recuerdan a Talking Heads), los teclados que se alejan del sonido plano, y la oscura voz de Yannis Phillippakis que contradice al ritmo y a la melodía cuando estos muestran cierta luz, como si se tratara de la fina lluvia de alguna noche de verano. El diseño de las canciones es reconocible debido a que cada instrumento muestra un color marcado, situación que permite podamos apreciar la relación entre ellos. Sin embargo, a pesar de la leve oscuridad que puede mostrar, “Total Live Forever” es un álbum apropiado para el fin de semana, debido al ritmo y melodía que fácilmente pueden situarse en medio de una gran fiesta.
Total Life Forever
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